Como buena comedia romántica lo que hay que destacar es el buen rato que pasas leyendo. Qué risas con estos dos. ¡Qué maravilla! El cliché jefe-empleada está muy manido pero oye, yo no me canso de él. Y menos si me lo presentan así, a los gracioso. Tenemos personajes para todos los gustos con carácteres diferentes que complican el hecho de no tener a ninguno con el que empatizar o por el que sentir cariño, ¡con alguno congenias seguro! La autora tiene una chispa especial, una forma de adueñarse de ese cliché y transformarlo en algo atractivo, sentido y con brillo propio. Es muy ligera, te atrapa y no puedes soltarla por lo que no va a durarte demasiado. Una pena por todas las horas que la autora ha dedicado a ella y tú la vas a exprimir en nada. Qué se le va a hacer. Una novela también muy de verano, sencilla, ligera, que se lee sola. Tengo que leer algo más de la autora, me ha dejado con ganas. |