Protectores de Asgard

 
¿Amantes de la mitología nórdica? Hoy vengo con una historia que si bien entra dentro del género, se nos presenta de manera ligeramente distinta. Y es que si bien viajamos entre los nueve mundos nórdicos (o diez, en este caso) y sus Dioses tienen un papel más o menos importante en el desarrollo de la trama, estos no son más que un elemento más en el complejo entramado que crea la autora. Así, estamos en Midgard igual que podríamos estar en Barcelona; o conocemos a Odín, que si bien tiene su importancia, podría ser perfectamente un personaje cualquiera con poderes en vez de ser el Dios de dioses.
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En “Protectores de Asgard” son muchas las incógnitas que se abren desde la primera página y sus respuestas se nos van dando de manera dosificada a lo largo de toda la obra, manteniendo así la intriga justa para instarnos a seguir. Sin guardarlo todo para el final, evitando soltarnos una bomba aturdidora, pero sin desvelarlo todo nada más empezar, lo que acabaría con la tensión y las sorpresas.
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Admito que al transcurrir en tal cantidad de mundos, me daba algo de miedo que el cambio de unos a otros resultara caótico. Sin embargo, la manera en la que saltamos entre ellos resulta clara y nada confusa. En todo momento sabes dónde estás y qué personajes te rodean. Sí que es cierto que en algunos momentos, el período transcurrido en cada mundo se me ha antojado algo breve, siendo este de apenas unos párrafos y teniendo así muchos cambios de visión en un corto lapso de tiempo, lo que dificulta ligeramente el resituarse en la historia. También es cierto, pero, que estos saltos dotan a la historia de un mayor dinamismo, lo que también es de agradecer.
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Al final, lo que nos encontramos en “Protectores de Asgard” es una historia de venganza, de odio y de rencor familiar que acaba afectando a los nueve mundos, rompiendo el equilibro y poniéndolo todo patas arriba.
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Es cierto que me ha faltado un punto de profundidad en algunos personajes, especialmente en algunas relaciones entre personajes en las que me hubiera gustado que se ahondara algo más, para así facilitarnos el empatizar con ellos. Sin embargo, entiendo que este primer libro es más bien introductorio y es más que probable que en las siguientes dos entregas encontremos un mayor desarrollo en este aspecto.
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Tocará seguir con la continuación, para comprobarlo y para ponerle remedio al regusto agridulce que nos deja el final de este primer volumen. Con gran parte de las incógnitas resueltas, pero planteándonos un conflicto incluso mayor al que nos enfrentábamos en esta ocasión.