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En esta segunda parte, Marcos y Dani me han conquistado aún más si cabe. Son dos personajes maravillosos que te dan ganas de achuchar, si fuese posible claro. Me ha encantado saber más de sus vidas, su familia, amigos, como se conocieron, como van superando cada uno de los retos a los que Dani se enfrenta junto a su amor todo protector, así como ver la parte más sensible, romántica e insegura de Marcos. Vamos que me ha gustado mucho mucho, pero he de reconocer que hay bastantes erratas tipografías que se vez en cuando han roto el ritmo de la lectura, único motivo por el que no le he dado la máxima puntuación en la valoración. |
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