¿Qué es una nación?

"¿Qué es una nación?", Ernest Renan

Este texto que publica Sequitur Ediciones en una edición bilingüe fue, originalmente, una conferencia que pronunció Ernest Renan (1823-1892) en la Universidad de París en 1882, por lo que su extensión es mínima, pues no llega a una treintena de páginas.

El texto está dividido en tres capítulos más una introducción.

En el primer capítulo plantea un análisis histórico según el cual la división del Imperio Romano propició la aparición de las primeras naciones. Introduce también en este primer capítulo su tesis del olvido que, para Renan, es un factor esencial para la creación de las naciones. Considera que los individuos de una nación deben olvidar el pasado, pues considera que las creaciones de todas las formas políticas, incluyendo, pues, la nación, se erige sobre una serie de hechos violentos.
Asimismo, en el primer capítulo va comentando brevemente aspectos que desarrollará en capítulos próximos.

Pasemos, pues, al segundo capítulo. Este es el más extenso, y aquí propone Renan fundamentos falsos, aunque repetidos, que no pueden tenerse en cuenta para definir qué es o cómo se constituye una nación. El primer fundamento falso es el de la raza. Renan considera que los incontables procesos de conquistas e intercambios culturales hacen imposible que una nación esté constituida por individuos de una única raza, como ejemplifica en el caso de Francia, a la que define como cética, ibérica y germánica. Considera, en definitiva, que la raza es algo que se hace y se deshace sin que tenga especial relevancia en cuestiones políticas.
El segundo fundamento falso que propone es el de la lengua. Renan afirma que poseer una lengua común invita a los hablantes a unirse, pero no les obliga a hacerlo y, nuevamente, lo ejemplifica, en este caso con Suiza, como un ejemplo de país con hablantes de diferentes lenguas.
El tercer fundamento falso es el de la religión, lo cual se ha transformado en una cuestión individual y, por tanto, ya no existe una religión de Estado.
Los dos últimos fundamentos falsos que proponen son, por un lado, la comunidad de intereses, la cual la considera insuficiente para la formación de un Estado y, por otro lado, la geografía, que nuevamente considera como insuficiente la aleatoriedad en la separación de territorios como elemento para justificar las naciones.

En el último capítulo ofrece, finalmente, su opinión sobre qué conforma una nación: “La existencia de una nación es un referéndum diario”. Renan señala que son los propios individuos quienes deben decidir libremente, pues para él una nación es compartir un pasado juntos y el deseo de afrontar un futuro conjuntamente.

El texto me ha resultado, aunque interesante, poco profundo, lo cual es completamente lógico, pues no se trata de un ensayo al uso sino de una conferencia. No obstante, creo que resuelve pocas cuestiones sobre un tema que aún es espinoso, aunque es cierto que no deja de ser un texto de finales del XIX, siglo en el que, recordemos, surge el espíritu nacional, por lo que, quizá, no había aún suficiente distanciamiento temporal respecto al objeto sobre el que se reflexiona. Aun así, parece ser un texto importante entre la bibliografía que pretende acercarse a esta cuestión, por lo que, si os interesa este tema, puede ser una buena opción para adentrarse en él por su sencillez expositiva y su visión general de lo tratado, además de su brevedad.