A menudo me agobia la idea de envejecer. No encontrarme bien y estar sola. No poder confiar en nadie y estar sola. No querer molestar a nadie y estar sola. Quizá penséis que lo que me agobia es estar sola, pero no. Lo que me estremece es necesitar ayuda y no saber pedirla. No entender el mundo y no hallar a nadie que me lo explique. No querer ser un estorbo y caer en el ostracismo. Lo que me atormenta es ser invisible mientras el tiempo me va comiendo. Sufrir la decadencia ante ojos ajenos e impasibles. No inspirar piedad. No querer piedad. Y que mi cabeza vea y oiga o imagine... No entender los límites. No saber si hay límites. No estar segura de mi propia cordura. No recordar si estuve cuerda. No saber si aún lo estoy. Y el consumirse la carne, en una lenta agonía de incomprensión. Sentir que te oprime el peso muerto de tu propia alma. |