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Hoy os traigo la reseña de una novela corta y un tanto extraña. Una de esas novelas a las que, una vez terminadas, das vueltas una y otra vez para ver si las has entendido bien. Éstas son mis impresiones Penny es artista. Su pareja, un artista con quien nunca llegó a casarse, también lo era. Han vivido juntos toda la vida, sin hijos ni más familiares. Él hace un tiempo que ha fallecido y ella ahora vive sola en el apartamento de alquiler que compartieron. Penny es ya anciana y se da cuenta de que empieza a olvidar algunas cosas por lo que se deja a sí misma notas escritas de cosas que no quiere olvidar nunca. A Penny le va resultando cada vez más difícil hacer las cosas que siempre ha hecho. Por eso, ocasionalmente sufre accidentes. En uno de ellos se cae y se golpea la cabeza. Cuando se despierta, su casero le informa de que va a irse a vivir a otro sitio: una tranquila y pequeña residencia que su pareja eligió para ella, para cuando no se pudiese valer por sí misma. Aunque Penny no está de acuerdo, acaba claudicando e ingresa en la residencia para ancianos Seis Cedros. Se trata de una casa preciosa en plena naturaleza. Una residencia en la que sólo hay cuatro ancianos: ella, otra mujer y dos hombres. Como personal, la dueña de la residencia Shelley y una especie de ayudante, enfermero y hombre para todo llamado Jack. al principio todo va bien: tanto los dos miembros del personal como sus tres compañeros parecen muy agradables y Penny pronto se hace a las rutinas de la residencia. Pero al poco de estar allí empieza a notar cosas raras. Cree que hay algo extraño en Shelley. “Dispersión” es una novela difícil de reseñar por lo que intentaré transmitir qué me ha parecido sin dar apenas detalles de la trama. Con lo que os he dicho, que se sabe en los primeros capítulos, creo que es suficiente. Además de difícil de reseñar, resulta una novela extraña, rara incluso. La estaba leyendo y no sabía qué estaba leyendo realmente. Dice la editorial que es inclasificable en cuanto al género y estoy de acuerdo. Es más, os diré que mientras la estaba leyendo pensaba que podría tomar cualquier deriva. Hombre, histórica no era y romántica tampoco lo parecía pero, a partir de ahí, podría ser cualquier cosa. Con el escenario en el que se desarrolla y lo que nos va contando Penny, lo mismo podría ser una novela intimista, que una novela negra, una novela de terror e incluso, si me apuráis, una novela de ciencia ficción. Todo depende de la deriva que quisiera darle Ian Reid porque, con esos mimbres, cualquiera era posible. Y en esa incertidumbre de no saber por dónde iba a transcurrir la trama me tuvo el señor Reid durante muchas páginas. Tantas que pasé alegremente de la mitad de la novela e incluso me acerqué peligrosamente al final sin tener aún claro cómo iba a acabar todo aquello. Pero tranquilos que finalmente todo queda aclarado en un final más que correcto que me ha resultado muy satisfactorio. La protagonista absoluta es Penny quien es, además, la narradora. En primera persona y desde la perspectiva de una persona anciana un poco confundida, nos va contando su vida actual y algún retazo de su vida pasada. Seremos testigos de primera línea de su confusión cuando la llevan a la residencia. Un lugar precioso, en plena naturaleza, pequeño, con compañeros encantadores y sólo dos miembros del personal que también parecen un cielo. Aunque a Penny le entran dudas. El lector no sabrá si esas dudas son fundadas o producto de la imaginación de la narradora pero sí será partícipe de su zozobra. Penny es un gran personaje y una gran narradora. Sufriremos con ella, con sus miedos y su zozobra. Dudaremos como duda ella pero también dudaremos de ella. Sabemos que nos cuenta lo que ve, lo que siente y lo que piensa pero, ¿podemos confiar en una mente que, ella misma lo confiesa, olvida cosas? La trama es un tanto rara, como ya he dicho. El desarrollo lo es y el final en cierta medida también. Es un final cerrado pero un tanto abierto o ambiguo, interpretable, no sé bien cómo definirlo. A mi me ha parecido perfecto, la verdad, pero sí que te deja con esa zozobra que ha sentido Penny durante toda la novela. Conclusión final “Dispersión” es una novela un tanto extraña con una protagonista y narradora magnífica. Una novela corta que se lee prácticamente del tirón. Una lectura sencilla a pesar de que, en cierto modo, durante toda la lectura andas perdida. Un final cerrado pero sujeto en cierta forma a la interpretación del lector. Me ha gustado mucho. Enlace: https://librosquehayqueleer-.. |
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