Los sanadores

Desde ya, os aviso, vienen curvas, curvas chungas. 𝐏𝐫𝐨𝐛𝐚𝐛𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐬 𝐮𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨𝐬 𝐦𝐚́𝐬 𝐢𝐧𝐪𝐮𝐢𝐞𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐡𝐞 𝐥𝐞𝐢́𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐞𝐝𝐢𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐥 y eso que ya puedo confirmar de que he leído bastantes, pero este va directo a mis favoritos. Es de esas historias que te absorben y se vuelven uno contigo, no puedes abandonarla hasta que ya la has terminado y te quedas con los ojos como platos.

Una idea de lo más original, perfectamente redactada y ejecutada. 𝐓𝐨𝐜𝐚 𝐭𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐦𝐮𝐲 𝐝𝐞𝐥𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨𝐬, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐧 𝐚 𝐥𝐚 𝐨𝐫𝐝𝐞𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐝𝐢́𝐚, 𝐦𝐢𝐞𝐝𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐝𝐞𝐜𝐞𝐦𝐨𝐬, 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞𝐦𝐞𝐳𝐜𝐥𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐢𝐞𝐝𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐯𝐨𝐜𝐚 𝐥𝐚 𝐟𝐢𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧. Nikki ha sido curada milagrosamente, ¿pero no es acaso peor, lo que ha vuelto? ¿Por qué ella actúa tan errática? No diré más de eso para no haceros spoilers, pero seguro que os sorprende tanto como a mí.

He empatizado mucho más con Nikki, que con Will, que es quien nos muestra la historia a través de sus ojos, 𝐦𝐞 𝐡𝐚 𝐜𝐨𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐦𝐩𝐚𝐭𝐢𝐳𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐞́𝐥, 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐝𝐚𝐛𝐚 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐬𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐛𝐚, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐡𝐚𝐜𝐢́𝐚 𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬𝐭𝐫𝐚𝐫𝐥𝐨. Ojalá se hubiese narrado un poco más desde la perspectiva de ella y ver todo lo que sucedía en su interior. Sin duda, habría quedado más inquietante.

La ambientación es muy buena, realmente te hace detenerte y pensar. ¿Qué haría yo en su situación? ¿Actuaría como Will? ¿O sin embargo, tomaría otro camino? Yo ya os digo una cosa, a mi me sucede algo así y me falta calle para correr. 𝐏𝐨𝐧𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐚, 𝐦𝐞 𝐡𝐚 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐚𝐢𝐫𝐞 𝐭𝐞́𝐭𝐫𝐢𝐜𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐜𝐚𝐝𝐚 𝐩𝐚́𝐠𝐢𝐧𝐚.

Gracias a Cerbero por llenar mi corazón de historias turbias siempre, me genera horas de diversión, que es lo que me suelen durar sus libros. Muy recomendado.