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Carla es fotógrafa, profesión que lleva con absoluta pasión y que hace su vida perfecta. Adora la libertad, poder viajar acompañada de su cámara. Axel es un hotelero muy reconocido, serio, y con las ideas muy claras. El trabajo es su prioridad y no está dispuesto a perder ninguna oportunidad. Un hotel familiar, un plan y la cabezonería unirá sus caminos sin remedio. Aunque, ¿quién de los dos será el primero en tirar la toalla? O, ¿acabarán estos dos huracanes destruyendo todo a su paso? La historia, como todas las de Chris Razo es amena, se lee en un suspiro y te mantiene con la necesidad de seguir leyendo desde el comienzo. Una historia con dos protagonistas que se parecen más de lo que ellos mismos creen. Cabezotas, incapaces de dar su brazo a torcer y testarudos hasta límites inimaginables. Lo que ninguno de los dos se espera es que el amor entre en escena para hacer tambalear todos sus cimientos. Es una historia corta, por lo que los personajes secundarios no tienen un peso muy grande en ella. Aun así, contamos con un hermano que nos va a hacer reír en más de una ocasión y que sembrará la duda tanto en la historia como en el lector. También contamos con un padre que se deja llevar por sus deseos sin contar con los sueños de su hija. Cometiendo los mismos errores del pasado. Una historia de confianza, de aprender a valorar las cosas con sinceridad, dejando que sea el corazón quien nos guíe. Como siempre un gustazo dejarte llevar por la pluma de esta autora a la que yo adoro. |
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