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"Ellas son tres, pero podrían ser diez, o cien, o una, o todas las niñas del planeta. Adriana, Jimena y Martina tienen grandes sueños, pero la banda de Sr. NOLOCONSEGUIRÁS les ha llenado los bolsillos de piedras para que no puedan volar". No suelo reseñar por aquí los libros infantiles que leemos en casa mi peqeña y yo, pero creo que esta costumbre debería cambiar, porque hay verdaderas maravillas en forma de álbumes ilustrados que merecen ser comentados y recomendados. Ese es el caso de Cuando las niñas vuelan alto. Una enseñanza y recordatorio del todo necesarios. Las tres protagonistas de esta historia tienen muy claros sus sueños y lo que quieren ser cuando sean mayores. Gracias a las alas invisibles -que todas las que tenemos sueños por cumplir llevamos- fabricadas por SIQUIERESPUEDES, sus ilusiones vuelan alto y sin cortapisas. El problema se plantea cuando ya en nuestra niñez aparece la banda del Sr. NOLOCONSEGUIRÁS. Sr. REFLEJOS nos coloca delante espejos distorsionadores y nos susurra palabras hirientes: "gorda, flacucha, gafotas..." Y con cada palabra una piedra en nuestros zapatos que no nos deja volar. Sra. BELLEZAEXTERIOR nos arrebata sueños (y añade piedras) con el mantra: " Hay que ser alta y delgada, las niñas de la TV y las modelos son altas y delgadas". Señor-ITA aparece con su saco lleno de piedras en forma de "tienen que ser". Aumenta nuestro lastre con sus "tienen que ser bonitas, princesitas, modositas...". Sr. DESIGUALDAD nos acosa con lo que mejor sabe: quitarnos valía frente al género masculino "Ellas son menos valientes que ellos, menos veloces, menos fuertes" Acabamos con tantas piedras en nuestros bolsillos y zapatos que perdemos nuestras alas, nos rendimos, nos creemos que no lo conseguiremos. Nunca. Un álbum maravilloso que TODO el mundo debería leer, pero sobre todo niñAs y adultAs, porque no son ciertas todas las trabas que nos ponen desde que tenemos uso de razón. Feminismo para todas las edades. Feminismo para empezar a empoderar a las niñas y paliar los efectos machistas de la sociedad en la que les ha tocado vivir. Tanto las ilustraciones (maravillosas, cargadas de significado, delicadas, atractivas...) como el texto son obra de Raquel Díaz Reguera. Un libro para tener, releer, y regalar cada vez que se tenga ocasión. No os lo perdáis. "Martina se quitó los zapatos y, sorpresa..., dentro del izquierdo había una piedra y dentro del derecho dos. ¿Cómo no se había dado cuenta antes?" |
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