Fuego y Sangre

Siglos antes de que tuvieran lugar los acontecimientos que se relatan en “Canción de hielo y fuego”, la casa Targaryen, la única dinastía de señores dragón que sobrevivió a la Maldición de Valyria, se asentó en la isla de Rocadragón.

En esta obra, Martin aborda la narrativa de una forma muy diferente a los libros de la saga principal de Canción de hielo y fuego. Así, poniéndose en el lugar de un maestre, relata de manera documental la vida de los antiguos monarcas Targaryen. Si bien esto puede generar algo de rechazo inicial, la lectura es tan entretenida como la saga principal y el libro es capaz de enganchar. La verdad, con todo lo que pasa en la corte de Poniente, parece que estás leyendo casi una telenovela.

La gran cantidad de personajes y casas que se presentan es lo más difícil de seguir de la obra, aunque gracias al árbol genealógico del final y a la maestría de Martin, consigue que no sea demasiado confuso. El hecho de que, si has leído Canción de hielo y fuego, algunas casas se repitan, hace que sea más interesante y fácil de recordar, al tiempo de que las casas nuevas hacen que te preguntes qué les pudo pasar para no estar presentes de manera tan notoria en el futuro.

Este libro es una obra de fantasía épica muy interesante y entretenida, aunque puede ser un poco densa para algunos. La falta de diálogos y la relevancia de la política en los acontecimientos pueden hacerlo parecer casi un libro de historia, aunque los tintes fantásticos ayudan a que todo avance a un buen ritmo. Mención especial merecen las preciosas ilustraciones que hay de vez en cuando, con los retratos de personajes destacados o de escenas impresionantes. El libro deja con muchas ganas de continuar conociendo la historia de una casa que comenzó siendo la más grande hasta casi su desaparición.

Irbis.