El caballero errante

Aun cuando me maravilla Juego de tronos, sin encontrarle explicación ( me dejo llevar) Martin mejora su escritura, y mucho, en los relatos o novelas cortas.

El caballero errante es una buena muestra de ello.
Renunciando casi a lo superfluo y con una prosa más cuidada, el autor nos envuelve en una historia medieval, de honor y justas.

Que esté ambientado en el mundo de juego de tronos es meramente anecdótico, pues el texto tiene carácter por sí mismo.

Una excelente narración que ya quisieran algunos novelistas históricos, de torneos y de esos juicios de honor, donde la lucha a muerte decide si eres inocente o culpable.

El personaje principal está increíblemente trazado, no es un héroe, no lo pretende, es un caballero errante que tan solo desea abrirse camino en un avispero de buitres.

Martin, tiene esa extraña capacidad de conseguir realismo en un mundo de fantasía, seguramente porque no abusa de ella y con tres pinceladitas logra la mezcla perfecta. Quizá ahí esté su secreto, su magia.

Épica bien dosificada, de ir por casa, para el más común de los mortales, en un relato de caballeros que entretine, y además se saborea.

Aquí lo llamamos una picaeta (aperitivo) de esas que acabas con la barriga llena.
Buen cuento.