Todos somos villanos

Como si de una obra de teatro se tratara, esta novela está dividida en 5 actos, cada acto se inicia con un prólogo y sigue con varias escenas. Todas representando una tragedia Shakesperiana. Los prólogos serán la parte del presente, las escenas serán el pasado.

Oliver está a punto de salir de la cárcel. Acaba de cumplir una condena de 10 años y al primer hombre que verá será al detective Colborne, ahora ya jubilado, que le pedirá que le cuente la verdad. Para ello nuestro protagonista se trasladará al Conservatorio Clásico Dellecher, un lugar donde los actores van a aprender y formarse para llegar a ser los mejores. Y donde empezó todo.

Oliver es uno de los siete actores de cuarto año (y último) del conservatorio, una noche mientras celebran una de sus fiestas con todos sus compañeros, después de su representación teatral principal, ocurre una tragedia y ahora deberán interpretar el papel de su vida. Pero, ¿hasta dónde puede una persona guardar un secreto tan pesado?

Aunque Oliver es nuestro personaje principal, iremos conociendo a James, Alexander, Pip, Richard, Meredith y Wren. Todos tienen un rol muy diferenciado, villano, seductora, ingenua.... y aunque no los llegaremos a conocer a fondo, nos hablan bastante de ellos para que nos hagamos una idea.

Nos adentraremos en una historia donde la venganza, el drama, la rivalidad, la amistad, los celos, el amor, todo tiene cabida, es todo muy intenso. Los diálogos de nuestros personajes pueden verse tanto en verso, según la obra que esté escenificada en ese acto, como de forma coloquial. Vas a dudar de todos, no sabes como va a terminar y eso es lo que me ha tenido pegada a sus páginas. Y el final me ha dejado con la boca abierta.

La edición me parece una pasada, llena de detalles que hace que te internes más en la historia.

Os lo recomiendo a todos aquellos que les guste un buen thriller y sobretodo Shakespeare