Esta segunda parte empieza exactamente dónde acabó la primera. La principal diferencia con el libro anterior es que ya no hay capítulos narrados por Clara, solo por Chema y Laura. Además de ellos, también veremos lo que sucede en el pueblo con sus amigos, que están muy unidos, y con la familia de ambos. Las emociones siguen a flor de piel, ya sea inocencia, amor, deseo, odio, alegría o cariño. Un libro largo pero que merece la pena leer, porque se siente y se vive. Tengo que hacer especial mención al epílogo, donde relaciona los prólogos, que aparentemente no encaja con los libros, con la historia de la bilogía y que me emocionó.
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