Dividida en tres partes alternando presente y pasado que iban encajando a la perfección. Dos historias, dos mujeres, dos tiempos. En la primera nos sitúa en el presente donde nos cuenta la decisión de Rebeca de volver a su tierra de donde salieron sus antepasados sefardíes hace más de 500 años, en busca de sus orígenes en España. Y la segunda narra la vida de dos niñas, Vida y Leo en la Zaragoza del siglo XV, con dos religiones distintas pero unidas por la amistad. Sus personajes son entrañables, pero Vida y Leo son con las que más he empatizado. He disfrutado de su mundo y su vida. Estaba deseando volver a sus capítulos. Fantástica lo bien documentada, realmente te transporta a ese periodo de nuestra historia. El lenguaje de la autora me ha sorprendido. Una historia de amor, amistad, encuentros y superación. |