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El narrador/protagonista de esta novela, Javier, comienza como un muchacho que vive con su madre y su hermano. Hace poco que han perdido a su padre, un dramaturgo de éxito pero que para Javier sigue siendo una figura semidesconocida de un mundo incomprensiblemente remoto. Esta no es una historia donde suceden grandes acontecimientos o hechos sorprendentes, es la vida de una familia acomodada del Madrid de mitad de siglo. Por ello, lo interesante de esta novela son sus personajes que, aunque quizás parezcan estereotipados, responden al perfil de la época y clase social. Personajes que encarnan el pasado y el presente, la tradición y el cambio, la verdad y la mentira, lo pragmático-productivo y lo artístico-intelectual-no productivo (quizás, lo más interesantes), lo femenino y lo masculino. De las cosas que más me han gustado, junto a los variopintos personajes, es el estilo de la autora: Sencillo, sin adornos literarios. “Todos mienten” logra burlarse de la trascendencia impuesta por la corriente estética literaria. La reflexión a la que llegamos, junto al protagonista ya adulto, es la del título: todos mienten. Algunos lo hacen por razones éticas o afectivas, y son loables, pero otros sólo lo hacen para medrar. Quizá lo más original de esta obra sea el análisis de la mentira en el seno de la familia tradicional, como la del protagonista. Las mentiras piadosas, el encubrimiento caritativo, las percepciones imprecisas y el olvido voluntarioso es lo que ha hecho que su familia haya seguido unida con los años. Este, pues, es el sentido de ‘Todos mienten', una novela que se desarrolla entre la España de ayer -un mundo caduco- y una nueva España -un mundo que se está emergiendo entre el timo y la inspiración, entre las mentiras piadosas y el fraude-. ⠀ Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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