En el edificio claus sus vecinos organizan cada año la cena de noche buena juntos, algo que les une y sienten que son más que vecinos. En cada capítulo descubriremos a cada uno de los vecinos de este edificio y los problemas que tienen. Este relato navideño tiene esa magia tan típica de la época y donde a pesar de que cada vecino es diferente, forman una bonita comunidad unida. La pluma fluida de Sonia hace que leas este relato en un suspiro, no tiene una gran trama, su extensión tampoco lo permite, pero sí que te deja con una sonrisa al terminar este relato. |