En 1905 un ingeniero francés Henry Lemoine aseguró haber encontrado la manera de poder fabricar diamantes a partir del carbón. Consiguió convencer a un buen número de personas para que invirtieran en tan prometedora empresa. Entre ellos un banquero inglés sir Julius Wernher (presidente de de Beers, una de las más importantes compañías diamanteras) y el propio Marcel Proust. Todo terminó en 1908 cuando un comerciante de diamantes persa reveló que había vendido a Lemoine los diamantes que el pretendía haber fabricado por sus particular método. Este podría ser un buen argumento para una novela pero Proust aprovecho este pequeño/gran contratiempo económico para escribir una serie de artículos en un periódico (Le Figaro) imitando o parodiando el estilo de varios escritores como Balzac y Flaubert entre otros haciendo referencia al caso pero sin llegar a profundizar en el asunto. Todos esos artículos fueron recopilados para conformar este libro. Parecen más bien una excusa del autor para hacer alarde de su habilidad y variados recursos para remedar el estilo de varios escritores que le gustaban o que pretendía caricaturizar, más que para poner el foco en el caso que da título a la obra. El resultado me ha parecido bastante desigual, más interesantes los primeros, entre los que se encuentran los de Flaubert y Balzac, y alguno más engorroso y pesado como el que cierra la serie dedicado a Saint-Simon, cargado de alusiones a personajes con varios anacronismos y que hace preciso para el editor añadir numerosas notas para tratar de situar la escena. "Un hombre normal necesita por lo menos un tifus para leer a Proust, para Saint-Simon una tuberculosis." Según opinión de Jean Paulhan, escritor y crítico que parece no profesar demasiada simpatía por ambos. Recomendable para amantes de toda la obra de Proust o interesados en conocer este curioso y original retrato literario de alguno de sus compañeros de escritura. |