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Este es un libro extraño. Como dice su sinopsis, cuenta la historia de una ciudad, Seattle, aislada del mundo por un altísimo muro, debido a unos gases que transforman a la gente en zombies asesinos. Esos gases salieron a la luz después de que la Boneshaker tuviera un accidente y los liberara. La historia nos cuenta las aventuras de Briar y su hijo Zeke por sobrevivir dentro de los muros de esa ciudad. Él, un adolescente que quiere saber más de su padre y su abuelo se interna en ella en busca de respuestas. Ella, la mujer del inventor de la Boneshaker a quien todo el mundo culpa del desastre, va tras él para rescatarle. El mundo creado por Cherie Priest es bastante postapocalíptico. Los que decidieron quedarse dentro de los muros sobreviven como pueden, luchando a diario contra la Plaga. Pero los que se quedaron alrededor del muro tampoco es que vivan demasiado bien. Hay una guerra civil de la que sabemos poco o nada, y que dura desde hace muchos años. La vida es dura también afuera. Aquí no vais a encontrar romance, ni ternura, ni sentimentalismos. A pesar de que Briar demuestra un gran amor por su hijo al internarse dentro y hacer frente a muchísimos peligros para localizarle y conseguir sacarle de allí con vida. Aparte de los protagonistas, Briar y Zeke, nos encontraremos con muchos más. Todos ellos muy variados con diferentes grados de interés. Tendremos al capitán Cly, que es quien ayuda a Briar a entrar dentro y luego la ayudará a salir. Tendremos a personajes de dentro que han formado una especie de familia para protegerse. Está también el antagonista, Minnericht, de quien tendremos que averiguar si es o no Leviticus Blue ya que parece haber tomado su trabajo justo donde lo había dejado después del accidente de la Boneshaker. Hay buenos, malos y los del medio. Tardas bastante es descifrarlos, son complejos. La historia es densa, no aburrida ni tediosa, pero sí que te exige atención. Para empezar, según dice la sinopsis, la Boneshaker es una máquina perforadora que pretendía facilitar el trabajo de la extracción de oro en el hielo de Klondike. Recordad que este libro es steampunk, estamos a finales del siglo XIX, pero con inventos y maquinaria fantástica. La máquina tiene un accidente, que no sabemos al principio si es provocado o no, y destruye todo el centro de Seattle, llegando tan profundo que libera un gas letal que dará comienzo a la Plaga y al aislamiento de toda esa parte de la ciudad mediante el levantamiento de un muro. Las incógnitas a resolver son muchas: ¿está Leviticus aun vivo? ¿el accidente, que casualmente atravesó todas las bóvedas de los bancos, fue intencionado? ¿quién es Minnericht? Poco a poco se van descubriendo los misterios. Pero poco a poco, a pesar de que el libro tiene bastante acción, es un libro lento en el desarrollo de la historia principal. Los nuevos datos nos vienen muy poco a poco. Me ha gustado sobre todo los inventos y cachivaches que tienen, las armas tan estrambóticas, la ingeniosidad de los instrumentos para su supervivencia. Es como en la película Wild Wild West que tenían todas aquellas máquinas y aparatos extraños, bueno, al menos así me lo he imaginado yo. El final es totalmente cerrado, tanto que no tengo ni idea de por dónde irán los tiros en el siguiente. La única incógnita que queda pendiente, es bastante ligerita, no molesta nada para la lectura del libro si no que simplemente sirve como aviso de que esto no ha terminado ahí. Pero consigue despertar tu curiosidad sobre qué pasará en el siguiente libro. Lo recomendaría si realmente disfrutáis de las novelas fantásticas, de ciencia ficción o del famoso steampunk tan de moda. Como primer acercamiento a este género me parece un poco denso y farragoso. No es un mal libro, pero no es para un recién iniciado tampoco, porque puede que se pierda o incluso se aburra. Pero no es malo. A mi me ha gustado. No me ha vuelto del revés, pero me ha gustado. Enlace: https://lecturadirecta.blogs.. |
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