"Jamás me he sentido tan vulnerable ante el sufrimiento como cuando estoy enamorado…" De esas lecturas que según avanzas dices, aquí todos van a lo suyo, ni Baltasar Orellana es tan malo, ni María Luisa una santa. María Luisa busca un objetivo concreto, que Baltasar la mantenga y le deje heredera de sus bienes, no le importa pedir favores a alguien que ni conoce, ponerle en un compromiso y utiliza el victimismo cuando sabe que la situación peligra. Hasta Telma, la psicóloga, necesita una terapia y una revisión porque utiliza a su ex a su antojo, aunque nos parezca en un principio que no. El egoísmo corrompe. Y no puedo decir que no me haya gustado el estilo de la escritora o en general la novela, pero la historia que narra en algunos momentos se me hizo muy pesada, me desenganchaba. |