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Esta trilogía me ha sorprendido para bien. Es lo primero que leía de esta autora y la verdad es que me ha dejado maravillada, solo deciros que aunque ya los he leído en digital, los voy a comprar en papel. Esta trilogía cuenta una historia tan bonita, que merece ocupar un lugar en tu estantería. Cuenta una historia de amor distinta, porque aunque parezca algo típica, porque es la subordinada la que se enamora del jefe millonario y viceversa, el trasfondo de la historia, es espectacular. Ryan es un tipo inflexible en su trabajo, pero que acaba enamorándose de la persona que menos espera y en lugar de disfrutar de sus sentimiento, se los niega, porque a pesar de que todo el mundo piensa que es un egoísta, está pensando en los demás, antes de en sí mismo y está dispuesto a perder al amor de su vida, con tal de hacer bien las cosas. Maddie es joven, pero tiene muy claro lo que quiere o eso quiere pensar. Su camino se cruza con el de Ryan y a pesar de autoengañarse, no puede negar que está locamente enamorada de él, pero lo malo es que a pesar de darlo todo nunca recibe nada y eso la hace plantearse que ella ante todo merece ser feliz así que la pregunta es ¿la hace Ryan Rilley feliz? Una historia de amor que no me ha dejado indiferente, escrita de una manera tan sencilla, que hace que te sumerjas en la historia, de tal forma, que en alguna ocasión he tenido que parar de leer porque el sufrimiento de los protagonistas, me ha calado hondo. Por otra parte, hay momentos que he tenido que parar de leer, por todo lo contrario, porque las lágrimas de la risa, no me dejaban leer. También he tenido mis insultos hacia los protagonistas, como si pudieran oírme a través de las páginas, o la pantalla, pero creo que eso lo hacemos tod@s aquellos que vivimos las historias que leemos, como si fuésemos parte de ellas. Para resumirlo todo un poco, ¡estáis tardando en leerla! Creo que ha quedado claro el mensaje, ¿no? |
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