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Si tuviera que definir con una sola palabra la primera novela publicada de Alena Pons sería adictiva, porque Hielo y Plata es de esos libros que empiezas y terminas casi sin darte cuenta. Son más de 600 páginas, pero real que no me duró más que unos pocos días y porque una tenía que cumplir con sus responsabilidades diarias. Además, estamos ante otra historia deportiva de las que me gustan a mí. Y esta vez de otro deporte de los que son considerados minoritarios, el patinaje sobre hielo, un deporte que la propia autora practica, así que os podéis imaginar que está muy bien reflejado y ambientado. Mariya y su hermana Anastasiya patinan sobre hielo desde que eran pequeñas. Ambas compiten profesionalmente, aunque Mariya siempre acaba entre las últimas, mientras que su hermana es una de las promesas del equipo nacional. Mariya no lo tiene fácil con una madre que se vuelca más en Anastasiya que en ella, así que cuando consigue una oportunidad para ser entrenada en otro país por uno de los mejores patinadores del mundo, decide arriesgarse y dejar todo para conseguir su sueño, aunque no tenga el apoyo de su familia. Tengo que reconocer que cuando lo empecé tenía un poco de miedo que resultara ser demasiado juvenil y superficial, lleno de amores y salseos adolescentes. Pero me equivoqué. La trama está centrada casi mayoritariamente en el deporte, la familia, la amistad, la perseverancia para cumplir los sueños y en superarse a uno mismo. Incluso la autora ha dejado el romance aparcado, algo que me ha parecido todo un acierto, ya que no ha caído en los típicos clichés del género. Así que es un libro con temas mucho más maduros de lo que puede parecer en un principio, pero siempre con ese tono juvenil, ligero y desenfadado de este tipo de lecturas. Algo que ayuda mucho a esto es que hay una gran cantidad de mensajes de WhatsApp, publicaciones de Instagram, entradas de blogs de patinaje sobre hielo, comentarios... todo lo que está de moda hoy en día entre los más jóvenes (y no tan jóvenes) Además, la protagonista es una chica con la que muchos se podrán identificar. Su familia le ha proporcionado siempre todo lo que ha necesitado para competir, pero con una gran diferencia respecto a su hermana, en la que su madre se ha volcado. Eso le ha provocado grandes inseguridades en la pista de hielo en la que prácticamente pasa desapercibida para todos los aficionados. Pero un hecho crucial en su vida hace que Mariya decida dejar de ser la sombra de su hermana y empezar a pelear por cumplir sus propios sueños. No le va a resultar nada fácil, va a tener que acostumbrarse a un país nuevo, con gente que la mira por encima del hombro, superar sus inseguridades y buscar la manera de conseguir el dinero que necesita para poder pagar todas las nuevas facturas. Es tal el viaje personal que hace y su evolución, que nada tiene que ver la Mariya tímida, insegura y resignada del princpio, con la Ari luchadora, constante y decidida del final. Alrededor de ella, hay varios personajes secundarios cruciales para ese gran cambio. Empezando por su nuevo compañero de equipo, Pablo, que será la persona que la apoyará y ayudará en su nueva vida fuera de España, su mejor amiga Julia, que siempre ha creído en ella y, por supuesto, su hermana Nastya, que tendrá que aprender a ser más humilde y a valorar más a su hermana pequeña. Como he comentado al principio, Hielo y plata se lee en un suspiro a pesar de su longitud. Y es que tiene un ritmo muy, muy ágil gracias a una trama cargada de entrenamientos, competiciones, rivalidades, problemas y dramas familiares y amistosos. La autora sabe muy bien de lo que habla, así que refleja muy bien ese sacrificado deporte tan poco valorado. A pesar de que no seamos unos entendidos del patinaje, ha conseguido explicar las rutinas, los ejercicios y el circuito de competiciones de una forma muy amena y evitando usar muchos tecnicismos o información innecesaria. Y algo que aplaudo mucho es que tiene un final muy adecuado y lógico que concuerda con los hechos que se han ido desarrollando durante la novela. No ha quedado nada forzado, ni demasiado perfecto e ideal. Eso sí, creo que, aunque queda cerrado, abre la puerta a seguir con la historia de las hermanas Vilamarín y es algo que espero que acabe sucediendo. Hielo y plata es una historia que habla sobre el amor por el patinaje con una protagonista que busca su hueco en un deporte muy competitivo y exclusivo. Una novela sobre la importancia de tener gente que te apoye y te ayude a dar lo mejor de ti, pero también el esfuerzo, el trabajo duro, la deportividad y la humildad. Enlace: https://beingsaray.blogspot... |
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