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Adentrarte en aguas pantanosas podría llevarte a descubrir algunos de los paisajes más bellos y oníricos de los que los ojos de un ser humano podría jamás imaginar, llenos de misterio, de incógnitas, de alguna clase de magia que enloquecería a cualquier incauto al que pille desprevenido. No obstante, la oscuridad que se cierne en esos parajes también podrían devorarte sin que apenas te dieras cuenta. Es lo mismo que ocurre cuando te enamoras. Daria Pietrzak esconde sus mundos terroríficos en medio de una preciosa fábula en donde los misterios florecen al anochecer. Estoy seguro que cualquiera que haya leído sus anteriores novelas o relatos se va a perder entre las aguas cenagosas que acompañan a esta Musica del pantano, dando vueltas en busca de un horror que, esta vez, se esconde entre las palabras. En esta novela no existen imágenes poderosas que estremezcan la imaginación de los que buscan la continuación a cualquiera de las pesadillas de Daría. Sin embargo, conforme más vueltas le doy a la historia, me doy cuenta que esta música estremece un poco más que cualquiera de sus anteriores novelas. Y es un lienzo que no difiere demasiado en la narrativa a la que nos tiene acostumbrados. Por ahí aparecen los juegos con el tiempo, las sabiduría del pasado, el poder y el empoderamiento femenino, el cobro de las promesas no cumplidas…todas las obsesiones que ya conocemos. Pero en esta ocasión Daría deja al lector que decida su propia historia, invitándole a que se adentre en el confort de unas palabras que son tan poéticas como descorazonadoras. De ahí que fundamente la mayor parte de la novela en crear atmósferas que recuerdan a Los sauces de Blackwood bajo un manto cargado de romanticismo, digno de un Bastian que busca su propia historia interminable. Con descripciones cargadas de lirismo que invitan a caminar por esos pasajes, La música del pantano poco a poco va contagiándote de sus aromas y colores para que, como el protagonista, termines deseando quedarte allí para siempre. Y es que, ¿qué ocurre cuando te enamoras? El cielo brilla más que nunca, la noche te cobija y los susurros al viento te acunan ante ese calor que siempre quisiste sentir. Pero la novela no cesa en advertirte que no deberías estar allí, que el compromiso que exige llevar tus pasos hasta el final puede que te descubra algunos lugares que preferirías no haber visitado, que des la vuelta, que regreses por donde has venido y que luego te olvides de todo lo vivido para siempre. Un personaje de la novela ya te advierte que no vayas, que todo lo que encontrarás en esa ciénaga huele a podrido. ¿Por qué nos empeñamos en escuchar esa música del pantano? |
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