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Llevaba más de un año posponiendo este libro porque había escuchado a varias personas decir que no estaba a la altura de los anteriores y spoiler: no estoy de acuerdo. Voy a empezar con la única pega que tengo: Multi POV en primera persona presente. Mi peor enemigo. Y ahora que ya me he sacado ese peso de encima... QUÉ MARAVILLA. Pasar de una sola perspectiva a cuatro es una decisión arriesgada por parte del autor, pero que sin ninguna duda ha funcionado a la perfección. Este cambio brinda una frescura y un ritmo mucho más dinámico que a veces le faltaba al primer arco. Además, todos los personajes tienen sus propios pasados, motivaciones, debilidades, etc., que, en caso de no poder empatizar con todos ellos, por lo menos entiendes el porqué de sus decisiones. En cuanto a las escenas de acción, confirmo que Pierce Brown es el autor que mejor encaja con mis gustos. Pese que el libro está lleno de acción, no necesariamente recae sobre batallas eternas en las que solo quieres saber si tu favorito está herido. ¿Hay duelos, persecuciones y peleas a gran escala? Sí. Pero cada una en el momento oportuno dejando respirar a la historia y al lector y con una construcción previa que consigue impactar mucho más fuerte. En este caso, cobra mucha más importancia el diálogo, los gestos y las pequeñas decisiones que a la larga tendrán repercusiones mucho mayores. Como últimos pensamientos, me hubiera gustado tener un POV de Victoria, que pese a las pocas páginas en las que aparece, demuestra cada una de las virtudes de su personaje, así como las repercusiones que su puesto han tenido sobre su vida. Sinceramente, no esperaba demasiado de este libro y me despido de él con el corazón roto (una vez más en esta saga) y con una muy grata sorpresa. |
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