Dicen que a las personas tristes les gusta la lluvia

Desde las primeras páginas ya sientes que no te va a dejar indiferente y que va a conseguir pellizcarte el corazón y cumplir con lo que promete en la sinopsis: desgarrarte y enamorarte. Lo consigue...sin esfuerzo. Página a página, letra a letra mientras vas conociendo la historia que nos cuenta Ayla.
Porque lo que Ayla nos cuenta emociona, enfada, entristece, alegra... La historia de Ayla hace que pases por todas las emociones que puedan existir.

Ayla es una joven a la que le gusta la soledad, sentarse bajo la lluvia, pasear por una carretera desierta... ¿Por qué? Porque hay sucesos que te marcan, que no te dejan olvidar, que te rompen sin remedio. No puedo deciros mucho más sobre eso, solo que para ella, la lluvia es como un bálsamo. Hasta que conoce a Lucas, el chico de la tabla de skate, ese que logrará que sus días sean un poco menos tristes. ¿Conseguirá ayudar a Ayla a salir del pozo en el que está? Os dejo que lo descubráis 😉.

Es una historia adictiva que nos habla de superación, de aprender a dejar el pasado atrás, de disfrutar de las pequeñas cosas. Una historia que te hará sufrir con sus protagonistas, eso no lo dudéis; pero también logrará ilusionaros y que más de una sonrisa aparezca,

Ha sido todo un descubrimiento, no había leído a la autora, pero con esta historia ha logrado conquistarme.