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Tras publicar varios relatos cortos en diversas antologías, Javier Perez Fernández debuta en la novela con “Réquiem por Irina”, una historia que tristemente es de máxima actualidad y que, en menos de 200 páginas, ofrece un relato de esos que recordarás con el tiempo. Irina es una niña de ocho años a la que el estallido de un conflicto bélico en su país y un terrible acontecimiento del que será testigo directo, separarán de su familia, encontrándose aislada en plena naturaleza. Pero no estará sola, ya que la acompañará Donky, un osito de peluche que la guiará en su viaje, cambiando el rumbo de la guerra. Coincidencia o no es inevitable ver reflejada en la lectura la situación actual por la que atraviesa Ucrania. “Réquiem por Irina”muestra el drama y los horrores de la guerra a través de los ojos de una niña, los ojos de uno de esos inocentes que, sin tener culpa de nada, muchas veces pierden todo, su hogar, su familia, quedando absolutamente desamparados y a merced de abusos y ataques por parte de mafias. A pesar de su corta edad, Irina afrontará su situación con valentía y entereza, haciendo gala de un coraje que estoy seguro muchos adultos no tendríamos de estar en su piel. La crueldad de la situación que está viviendo, especialmente si pensamos que no se trata de una mera ficción y que en este momento hay miles de personas viviendo algo similar, hace que resulte tremendamente sencillo sentirse cautivado por el personaje de Irina desde el comienzo. La historia no solo nos relata el viaje de Irina, sino que ofrece diferentes perspectivas, saltando en el tiempo y entre diversos personajes, cada cual con una historia detrás (lo que tiene mérito, teniendo en cuenta la corta extensión de la novela). Desde el soldado del país invasor que en ocasiones se ve luchando en una guerra en la que ni siquiera cree, pasando por el periodista que va a cubrir el conflicto y hasta el sufrimiento de unos padres que no saben dónde están sus hijos y que están dispuestos a todo, incluso arriesgar sus vidas, con tal de encontrarlos, todas esas historias harán que la lectura resulte muy ágil a la par que fascinante. Donky, ese oso de peluche que acompaña a Irina, servirá para dar a la historia ese toque mágico y emotivo y tendrá un papel fundamental en el conmovedor desenlace que, no lo voy a negar, hizo que se me saltase alguna que otra lágrima. Historia que atrapa, que trata con enorme sensibilidad un tema crudo y actual, alejándose de la sangre y las batallas para centrarse en las historias humanas detrás de aquellos que más sufren la barbarie de la guerra. Lectura muy recomendable. |
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