Una historia contada en dos tiempos que nos sumerge en las terribles inundaciones que asolaron Bilbao en 1983. He visto en Internet las imágenes reales y son brutales. Eran fiestas cuando llegó el diluvio que ahogó 34 vidas y arrasó el Casco Viejo bilbaíno y las riberas de otros municipios. Han pasado 40 años, pero las marcas del agua están ahí. Una historia de amor, amistad y superación. Una bonita y pausada historia de lucha y perdón. A veces tomamos las decisiones correctas pero otras veces se vuelven en nuestra contra al ser irrevocables. El entendimiento, el arrepentimiento y el dolor se unen en esta trama familiar. |