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Ya conocía la forma de escribir de Ana Alonso, gracias a Luna y los Incorpóreos, donde también tira de historia en narrativa juvenil. En este caso no viajamos místicamente, sino que los personajes viven en ese contexto del s.XII, donde la Península Ibérica estaba dividida en reinos y en tres culturas a las que tanto debemos. Lo que más me ha gustado ha sido precisamente esa mezcla de culturas, a través de los personajes principales, cómo se relacionan y trabajan juntos a pesar de sus diferencias. Además de las ricas descripciones de las ciudades y lugares por los que viajan durante su aventura. En mi opinión, pierde un poco, eso sí, cuando a partir de la segunda parte, la narración cambia de tener dos puntos de vista a ser narrada en primera persona por Akil. Que no es mal narrador, pero me gustaba mucho el personaje de Sahar y habría querido ver más a través de sus ojos. La verdad es que, aunque tiene un buen cierre, deja ahí abierto el interés por los siguientes libros de la saga. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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