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«Hay historias reales que parecen tan inventadas que jamás podría escribirlas un novelista» Esta frase escrita por Marta Robles en el prólogo describe a la perfección la novela que tenemos entre manos. No voy a revelar mucho, me encantaría que entraseis en esta historia sin saber nada sobre este hecho real y os sorprendiera como a mí cada trascripción de esos WhatsApp, cada declaración del sumario. Cuando uno termina se pregunta, ¿cómo puede suceder esto? Es el cúmulo de muchas cosas: baja autoestima; un gran corazón, Ismael es una persona noble con fe en los demás; tiene un patrón de rechazo por parte del género femenino, al verse aceptado y deseado por una, aunque fuese de forma virtual, hace que Julia tenga puertas y ventanas abiertas. Nos sorprende la mala memoria de Ismael, la cantidad de mentiras que le cuentan unos y otros y con que facilidad lo olvida, en el fondo él mantiene ese mundo idílico creado donde es un ser importante y querido, porque si se parase a reflexionar sobre ello, se caería ese castillo de naipes. Muy recomendable. |
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