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Oleg es, por decirlo con pocas palabras, el triunfo de la compleja sencillez. Porque no es una historia de inicio, nudo y desenlace. Se trata de una sencilla narración (que bien pudiera tener mucho de autobiográfica, aunque pasada por filtros) en la que el protagonista, un dibujante se éxito, discurre por la vida y muestra toda la complejidad del ser humano, del amor, de las contradicciones, de las fobias, del entorno familiar y profesional... Con una narración exquisita y con mucha clase, Peeters te mete en el bolsillo en apenas unas páginas, habiendo creado uno de esos personajes que terminan teniendo vida propia, de los que casi te esperas cómo van a reaccionar o comportarse. A veces trágica, a veces mágica, a veces deliciosa, esta novela gráfica pasa directamente al olimpo de mi biblioteca y es una futura relectura fija. Supongo que es porque muchas veces he sentido lo que siente Oleg, y escuchar mis palabras a través de sus pensamientos no es sino una forma de sacarlos afuera y saber que no estamos solos... ...aunque el mundo gire cada vez de forma más vertiginosa. |
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