La pequeña pasión

El título, Pequeña pasión, porque existe pasión y mucha, pero lo fundamental será el desmoronamiento del personaje protagonista junto a todo su mundo.. La decadencia y el delirio es la clave.

Una novela corta pero muy intensa, que nos permite reflexionar en cada párrafo de la prosa exquisita que la compone, es lo que requiere este complejo relato.

También una novela de difícil clasificación porque presenta ciertas características que nos sumergen en la intriga, el terror, la ciencia-ficción, todo un mundo para entrar en él y descubrir lo que nos depara.

Me cuesta hacer esta reseña, es un libro que juega con el pasado y recuerdos llenos de fantasía e irrealidad, un presente confuso y descorazonador y una protagonista rodeada de personajes problemáticos y extrañas presencias de pesadilla.

Una protagonista, que se convierte en narradora en primera persona, cuyo nombre no conocemos, solo sabemos que se dice su gran parecido por su pelo a una leona y de ahí, será como se la nombrará, Leonisa.

Ella es una historiadora, una profesora que intenta publicar un artículo sobre el pontificado de un Papa del Renacimiento.
Y, mientras tanto, ve como su mundo se va descomponiendo, en un ambiente triste y también, a veces, terrorífico. de esto trata la novela, de su descenso a los infiernos.

Escribe y recuerda, sintiendo como se denomina en la novela “el desierto del amor” porque igual que se deterioraba su escarabajo que guardaba en el estudio, también su gata, que estaba llena de lombrices.
Además, lo harán las personas con las que se relacionaba, van desapareciendo o alejándose de su mundo, como lo hará su marido Gabriel.

Su relación con tres personajes, tres hombre muy diferentes, será lo que configura buena parte de la historia y su pasión, su marido Gabriel, un médico que la engaña con una tal Marina y de lo que no se esconde.
Su amigo escultor, con el que mantiene una extraña relación y que le demuestra sus impulsos hacia la muerte y conductas suicidas .
Y, por último, un personaje de su infancia, Partenio, un profesor que le enseñará una particular visión de la estética y de la vida.

Sin embargo, solamente se halla rodeada de fantasmas y sentimientos equívocos.

Pero leer esta obra supone un gran desafío, porque en primer lugar, es una obra cargada de simbología, y referencias culturales, también una obra rica en interpretaciones, así como un extraño y desgarrador ambiente que nos produce sentimientos y sensaciones diversas, amor, miedo, asco, tristeza, incomodidad y tensión que nos remueven desde lo más profundo.

Podemos decir que cuando una persona entra en una fase depresiva y se aísla, estas son las cosas que pueden suceder.
Sin embargo y a pesar de todo ello, te quedas con ella.

Cuándo y cómo comienza la pendiente, que resbaladiza, va a dejar aparcados en un devenir caótico a Leonisa y a los demás personajes de la historia.

El devenir se va torciendo de tal manera, que la causa primigenia con la que comenzó el declive, se niega a quedar sola y pide que vayan sumándose al que fue motivo inicial, una suerte de eslabones de infortunio, que acabarán formando una cadena demencial, absurda, incomprensible y desordenada que alcanzará a los tres tiempos verbales.

La quimera desquiciada, el terror que se presenta ya irremediable, atacará a cualquier tiempo vivido. El caos más absoluto es el que alimentará a estos enajenados participantes en la desdicha.