Otra vez nuestro querido Dr. Laverty y sus andanzas por el simpático pueblito que ha elegido para desempeñarse como médico rural. De nuevo contactamos con esos vecinos tan peculiares, que tan pronto consultan por resfriados, como por una operación comercial con visos de ilegalidad. La voz cantante la tiene como siempre el Dr. O'Really, su mentor, pero la mente del joven médico, no deja de susurrarle, cada vez, cual es la verdad de esos comentarios. Pero ahora el Dr. Laverty puede estar en serios problemas, y más allá de una demanda por mala praxis, se esfumaría la posibilidad de asociarse en la consulta del Dr. O'Really. Estos doctores, tan chismosos como sus pacientes/vecinos, no se cansan de socorrerlos en todas sus necesidades y además deben lidiar con el perro y la gata de su propia casa, no siempre con éxito. Una lectura muy amena, grata, entretenida, que entibia el corazón más duro. |