Modiano vuelve a internarte en el interior de Francia a través de un joven conde, quien se cruza con una inaugural actriz y su amigo con quienes convive los próximos tiempos de su vida. La juventud, la tardes noches de las villas y hoteles franceses son los escenarios donde transcurre la novela. Encuentros y una distancia o vacío que uno se imagina entre el joven y la actriz, donde cada uno sueña su propio recorrido. El ocio, la quietud y lo desconocido que aparenta ser conocido sobrevuelan todo el tiempo y hasta el final. El sabor de una melancolía por aquellos momentos de sutil felicidad.
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