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Scott Sampson es Juez Federal. Está casado con Allison y tienen dos preciosos gemelos de seis años llamados Sam y Enma. Viven en una gran casa aislada en el bosque. Son realmente felices. Pero todo puede cambiar de un momento a otro. Una llamada que te dice que han secuestrado a tus hijos y que, para liberarlos, tendrás que hacer algo relacionado con tu trabajo. Y así, en un minuto, tu vida se vuelve del revés y te ves inmerso en la peor pesadilla imaginable La novela comienza muy fuerte: ya en las primeras líneas se plantea, de sopetón, el caso. No nos ha dado tiempo a conocer a los personajes que ya los tenemos metidos en harina, ¡y de qué forma! El comienzo es brutal, te deja temblando, preocupadísima por esos pobres niños y esa familia. A partir de ahí, será imposible parar de leer Por supuesto, todo está relacionado con el trabajo del juez Sampson. Algún caso tiene que haber en su Juzgado que ha suscitado el interés de los secuestradores quienes piensan que, de esta manera, moverán la voluntad del juez en el sentido que ellos desean que dicte el fallo. Así que al juez y a su esposa se les plantea la peor pesadilla que les puede pasar a unos padres. Todo lo veremos desde el punto de vista del juez. Por un lado porque es el único que puede y debe hacer algo para salvar a sus hijos. Por otro lado, porque él será el narrador de la novela. Él, como padre amante de sus hijos, hará lo que cualquier padre haría en una situación semejante: lo que sea por salvarles. En estos casos no importa el sentido de la justicia, de la moral, ni ningún otro sentido salvo el instinto protector. Aún así, ya sabemos todos que los casos de secuestro son complicados y que hacer lo que dicen los secuestradores nunca es sinónimo de conseguir recuperar al secuestrado. Imaginaos la pesadilla de Scott y Alison De este libro me ha gustado todo: la historia, los personajes, el tema judicial, la forma en la que está narrado…, todo. Me enganchó desde la primera hoja y me mantuvo pegada hasta el final. La última la cuarta parte la leí de tirón, me era imposible parar de leer. El ritmo es rápido, no vertiginoso pero sí rápido. al interés de la historia se une la facilidad de lectura, la existencia de muchísimo diálogo y de capítulos muy cortos, de esos que dices “venga uno más que son sólo tres páginas”; y luego otro, y otro… Y las páginas pasan volando. La narración en primera persona es en este caso un acierto. El juez Sampson es el único que puede hacer algo por sus hijos y ha de dejar que lo manipulen en su trabajo. Pero, al mismo tiempo y dado que el fallo va para largo, no puede estarse de brazos cruzados e intentará averiguar quién puede ser el que anda detrás de todo lo que le hará plantearse hipótesis dudosas, incluso absurdas, pero es que algo tiene que hacer. Y así llegamos al final, realmente sorprendente. El final es de infarto, un poco peliculero sí, pero a mí me ha encantado. Y, además, me ha emocionado: hay unas escenas al final que hasta me han hecho llorar Conclusión final Sin duda, he disfrutado muchísimo con esta novela. Un buen thriller judicial, muy bien construido, que consigue mantener la tensión narrativa en todo momento y ofrecernos un final de infarto. Enlace: https://librosquehayqueleer-.. |
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