Tenía ganas de leer este segundo libro, ya que el personaje de Ainara me gustó mucho en el primero. Es una historia muy diferente a la anterior, tiene su punto de locura, pero es más tranquila y pausada. Es un libro en el que prima el sentirse bien con una misma. En general me ha gustado bastante y lo he disfrutado, y me ha encantado que sigan saliendo los protagonistas del primer libro. Destacar que el final me ha encantado.
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