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El libro que os comento hoy llevaba un tiempo en las estanterías (tres años y medio "nada más") y me conformo con que todos los que tengo en espera me gusten tanto como este. Me lo he pasado estupendamente leyendo la historia de Florentino Elizaicín (toda la novela me la he pasado pronunciando Eliacín ¡qué le vamos a hacer!). Me ha parecido un personaje entrañable como pocos y con una historia sobre su espalda digna de contar. La novela arranca en 1901 con la muerte del padre de Florentino cuando este tenía unos dieciséis años. El muchacho promete sacar adelante a su madre y a su hermana pequeña y ni corto ni perezoso decide abandonar su pueblo, Villajoyosa y emigrar. Sin mirar atrás se embarca rumbo a la República Dominicana y allí empieza su verdadera aventura, una aventura que abarcará casi un siglo de historia y que servirá de excusa para repasar algunos de los acontecimientos y avances que fueron importantes durante el siglo XX como los comienzos de la aviación, la aplicación del acero en la construcción de buques y edificios (aquellos rascacielos neoyorkinos o el mismo Empire State Builing), el crack del 29, las Guerras, los campos de concentración alemanes, étc. y veremos que su vida se cruzará con la de personajes históricos reales como Churchil, el aviador Charles Lindbergh, el ingeniero francés Louis Blériot, la primera persona que había cruzado el canal de la Mancha por aire o incluso el mismísimo Hitler. Sin ningún plan en concreto, Florentino llega a otro país dispuesto a trabajar de lo que sea, si algo no le falta es disposición, ambición, constancia, buen talante y ánimo y enseguida encuentra su primer trabajo y su primer y más fiel amigo, alguien que le acompañará a lo largo de toda su vida, Byron G. King. Pasado un tiempo, comenzarán a trabajar buscando hierro en unos terrenos que con mucho esfuerzo pudo adquirir Florentino y la buena suerte quiere que acabe cruzándose en su camino Don Severo Hidalgo y su encantadora hija Beatriz, de la que Florentino se enamora perdidamente. Si algo resulta ser Beatriz es tan optimista y entusiasta como Florentino y pronto forman una prometedora pareja tanto en el terreno sentimental como laboral. Las cosas comienzan a irles bien, Florentino se especializa en la fabricación de acero inoxidable y aunque los principios son duros, poco a poco el uso y la calidad del material que él ofrece le va abriendo las puertas a diferentes negocios donde el uso del acero es fundamental. La gente que trabaja para Florentino está muy comprometida en su trabajo porque él demuestra ser una persona justa que hace partícipe a los trabajadores de los beneficios de la empresa, logrando que todos ellos la sientan como suya. Si los trabajadores están contentos, la empresa va bien y si la empresa va bien, los trabajadores también se benefician de ello. Florentino y Beatriz son felices y el nacimiento de sus dos hijos, todavía colma más esa felicidad, aunque su hijo pequeño Jacobo, sufre "albinismo" y requiere unos cuidados muy especiales sobre todo si no quiere perder la vista en poco tiempo, pero la desgracia se cierne sobre la familia cuando Jacobo con seis años de edad, decide escaparse y explorar por su cuenta lo que no tiene oportunidad de ver normalmente y desaparece sin dejar rastro. A partir de aquí la novela toma dos direcciones, por un lado la vida de Los Elizaicín sin su hijo, que tiene que continuar, aunque nunca volverá a ser igual sin el niño y por otro, el lector sabrá en todo momento el rumbo que ha tomado la nueva vida de Jacobo, un crío que despierta la ternura de algunas de las personas que pasarán a formar parte de su vida, aunque no tanto de otras. Si todos se vuelven a reunir o no, es algo que descubriréis si os animáis a leer el libro. La verdad es que he disfrutado muchísimo de esta novela que a pesar de sus 600 páginas no se me hizo pesada en ningún momento, al contrario, en alguna ocasión, sobre todo llegando a su parte final, me ha dado la sensación de que todo ocurría con mucha rapidez. Es un libro multigénero, es cierto que es histórico, pero también tiene su parte romántica, su parte de aventura, la intriga de una desaparición y la investigación para hallar a Jacobo, es una historia de esperanza, superación, amor y amistad. Me ha gustado la sencillez con la que este médico neumólogo y escritor nos cuenta esta historia, pero sobre todo me han gustado sus personajes, Florentino, un hombre justo, íntegro, valiente cuya vida se transforma en una larga e incansable búsqueda sin dejar de lado a toda la gente que depende de él y Jacobo un personaje que despierta la ternura del lector desde el momento en el que nace y durante toda la lecturas. Ellos son magníficos, pero no nos podemos olvidar del resto de fantásticos personajes que les rodean. "El siglo de los indomables" es una novela que me ha encantado y que puede gustar a muchos tipos de lectores. Enlace: https://bitacorademislectura.. |
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