Las primeras páginas me hicieron querer dejar la lectura, no le hallaba ni pies ni cabeza, y es que en realidad nunca los hallas. A pesar de este pequeño malentendido entre mi mente y esos primeros párrafos continúe leyendo porque es Emilio Pacheco, afortunadamente le hice caso a mi yo interno y ha sido una pequeña lectura con mucha imaginación y mucho contenido.
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