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Shion y Rui son dos chicos atractivos playboy de playa que se pasan el día ligando con chicas. La relación que tienen con ellas es básicamente la de usar y tirar, sin compromisos. Un día, una chica con el corazón roto da unas pastillas a Shion y lo transforma en chica para vengarse de él. Con eso pretende que Shion aprenda cómo se siente una mujer al ser tratada así. Pero Rui, su mejor amigo, se siente fuertemente atraído por la nueva ella. Lo que no saben es que de ahí va a salir algo más, mucho más. Tenemos dos hombres jóvenes, musculosos y guapos con unas personalidades bien parecidas. Ambos son los típicos ligones que van de flor en flor, conocer chicas para usar y luego tirar, hacerles ilusiones para simplemente tener sexo. Tienen una apariencia dura, despreocupada, libre vividor podríamos decir. Pero en el fondo tienen cosas que pocas veces sacan a la luz y el lector se irá dando cuenta de ellos. Sí es cierto que de los dos Shion sea el menos duro y el más sentimental, y eso me gusta. La trama tiene un alto contenido sexual pero también cuenta con varios temas. Uno de ellos, y principal, es el trato que los hombres dan hacia las mujeres, usándolas como un trozo de carne para satisfacer las necesidades carnales. Casi todo va a girar en torno a esta situación. El que Shion se convierta en chico o en chica depende de un factor importante, y controvertido internamente, que me parece que es la guinda del pastel. Es una solución que va a dar mucho juego, y lo hace muy bien. El otro tema es una parte algo más romántica homosexual. Aquí entran los debates internos del "¿seré gay o no? ¿qué me está pasando? Esto no puede estar bien", lo que le da otro toque diferente a la historia. El dibujo es muy bueno y muy directo, aunque con alguna pequeña censura que oculta las partes sexuales. Lo que más destacan son las expresiones de los personajes, momentos muy bien cuidado y muy detallados. También hay momentos donde se palpa la tensión sexual e incluso algún que otro momento más tierno y romántico. |
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