Los días felices

Fantástica novela negra. Este es el segundo libro de la saga de El Gran Rojo. Además es la más arriesgada por poderse leer de dos maneras distintas: de la manera tradicional, página tras página de inicio a fin; o siguiendo la guía de lectura que nos propone Benito.
Ayla tiene dieciséis años, es inmigrante, se gana la vida boxeando y debe cuidar a su padre enfermo de alzhéimer. La irrupción de alguien de su pasado la obligará a tomar parte en un peligroso juego de favores, deudas y engaños. Además, se reencuentra con Mascarell, el desastroso detective.
Tenemos a un narrador en tercera persona y a Mascarell narrando en primera persona. Nos trasladamos a lo más oscuro de Frankfurt: clanes, tráfico de mendigos, peleas clandestinas, lucha de poder, pero también amistad. La atmósfera nos cubre de violencia, injusticias y corrupción. Podemos ver la evolución de los personajes. El ritmo es rápido. Y su pluma me encanta, es ágil y con la soltura típica gaditana.