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Seguimos en Venecia acompañando a Arte en su trabajo de institutriz de Caterina, una joven de buena familia con un fuerte conflicto con su lugar en el mundo... En el primer capítulo asistimos a cómo fueron los primeros años de su pupila, conocemos a su nodriza Bona y yo al menos me he enamorado de este nuevo personaje que es todo energía y bondad. Este tomo me ha emocionado tanto... Seguimos conociendo a mujeres de diferentes estratos sociales y los problemas a los que debían hacer frente, pero de una manera magistral. Da igual si se trata de una sirvienta, la señora de la casa, la nodriza, la profesora particular... La autora consigue que me interese por todas ellas. Y Arte demuestra una vez más por qué es la protagonista de la obra. Su preocupación por los demás no le quita ni un ápice de fuerza de carácter e insisto en que es todo un ejemplo de asertividad. Me ha encantado también el capítulo extra de Leo y es que, aunque estos capítulos de Venecia me están maravillando, también lo echaba de menos. En definitiva, que ya me da igual por donde vaya la obra en el futuro: que Kei Ohkubo me cuente lo que quiera en este marco histórico tan apasionante como la Italia del Renacimiento. Ya me ha robado el corazón. |
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