Como en todo compendio de relatos, siempre hay unos que te llegan más que otros, es inevitable. Y así ha pasado con este libro, algunos me han gustado más o menos y otros me han gustado mucho... Pero todos, absolutamente todos me han removido. Situaciones y emociones cotidianas que de tan reales resultan dolorosas. No se puede evitar el mirarse en algunas como en un espejo. Buen libro aunque no apto para momentos de melancolía, ya que el poso de tristeza que deja es bastante acusado. |