La sinopsis tenía muy buena pinta y el comienzo prometía, pero según iba avanzando la lectura fue perdiendo fuelle. Y no porque la trama perdiera interés, que no lo hizo, sino porque la autora se pierde en irse por las ramas, en añadir detalles superfluos (por ejemplo, decir la combinación de teclas que un personaje pulsa para sacar comida de una máquina de vending), y en empeñarse en emparejar a todos los personajes. Una pena porque la historia prometía bastante. |