La paja en el ojo de Dios

Después de una barbaridad de siglos, guerras, terraformación de planetas, conquista del espacio más allá de esta galaxia, etc, etc., el segundo imperio humano (porque el primero ya había caído hace tiempo), lleno de planetas llamados Nueva Escocia, Nueva Chicago, incluso un planeta Sauron, consigue entrar en contacto con vida alienígena por primera vez en la larga historia de la humanidad. ¿Cómo es esa vida? ¿Serán hostiles? ¿Qué esperan de nosotros? ¿Qué queremos nosotros de ellos? El capitán Blaine y su tripulación, vigilada y custodiada por la nave Lenin serán los encargados de establecer contacto con estos nuevos vecinos, los pajeños.

Intriga interplanetaria, política VS conocimiento, algo de acción y adrenalina. En este libro hay todo lo que se necesita para que una obra de ciencia ficción funcione. Es verdad que de pronto el ritmo falla y sobran páginas, pero se sobrepone en el último tercio y te deja con un agradable sentimiento de querer más y con ganas de leer la segunda parte, El brazo izquierdo.

Creo que lo que más disfruté fue a esos pajeños, las descripciones sobre su historia, vida, motivaciones, anatomía, todas esas rarezas que los autores imaginaron con tanto tino y que ponen tenso al lector mientras los vamos conociendo más y más. También disfruté esas disertaciones sobre la relación humanos/alienígenas y eché en falta más de la presencia de algunos personajes que me parecieron geniales, como Renner (al parecer será posible en la segunda parte).

Siempre me parece interesante leer ciencia ficción de la segunda mitad del siglo XX (sobre todo por la cercanía con estos tiempos) y ver cómo planteaban sus autores el futuro: aspectos tecnológicos, políticos y sociales. Aquí esos aspectos no tienen desperdicio. Una URSS y occidente se unen en algún punto para crear el primer imperio y durante el tiempo en el que transcurre esta historia, las personas llevan una especie de teléfonos móviles o tablets, eso sólo por decir algunos detalles que siempre me llaman la atención y de los que no me canso. La novela se publicó en 1974.

Espero que otros lectores puedan disfrutar y pasarlo bien con esta obra a cuatro manos, cuatro manos que saben muy bien lo que hacen. Larry Niven lo ha ganado todo en el mundo de la ciencia ficción.