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Es Nochevieja, y Kaoru regresa a la casa familiar tras un tiempo ausente porque no quiere pasarla con su novia. A su llegada nada parece mantenerse como lo había dejado, ni siquiera la perra Sakura, por más que sea el punto de anclaje que lo devolverá a sus recuerdos y le generará la necesidad de tomar las riendas. En 'El camino de regreso a casa', de Kanako Nishi, Kaoru nos guía a través de un pasado familiar marcado por alguna que otra pérdida pero también por la complicidad y la protección fraternales. Esta novela tiene algo que me ha impedido conectar con ella. Siendo japonesa y feel-good, con una historia a priori cálida, sensible y centrada en el desarrollo de los afectos, de entrada ya tenía mi cielo medio ganado. Sin embargo, no sé por qué, pero desde sus primeras páginas ya intuí que no me terminaría de cautivar. Por desgracia fue un caso de profecía autocumplida, porque no me logré despegar de esa sensación por más que avanzase en ella. Se me adhirió a la piel como el sudor en una tarde de verano. Puede que mi principal problema es que no empaticé con el protagonista, aunque 'empatizar' no sea el verbo que mejor aplica a este caso. Me gustan los personajes desagradables y que me ponen incómodo ante sus planteamientos, y Kaoru no es exactamente así. Sin embargo, sentí que estábamos tan distanciados el uno del otro que por más que intentásemos acercarnos, lo que acortaba uno instintivamente el otro lo iba desandando. Esto hizo que todo lo que cuenta se me antojase igual de lejano, como impuesto e inverosímil. No me creí prácticamente nada de lo que me contaba, y no precisamente porque fuese sobrenatural. Incluso al introducir temas como el suicidio o la diversidad LGTBIQA+ (que por mi identidad y gustos siempre agradezco que aparezcan en mis lecturas) algo en su discurso me hacía rechazarlo, probablemente por una inmadurez que me resultaría más creíble en un adolescente, pero no tanto en un joven ya universitario. He visto pocas reseñas de este libro, pero la verdad es que todas han sido positivas, incluso de algunos de mis 'besties' con quienes coincido en gustos. Haberme desmarcado de esa manera es una especie de misterio. Pero la literatura, como cualquier forma de arte, es una cuestión eminentemente personal, y por eso no quiero que os quedéis con mi opinión aislada, que al fin y al cabo es solo mía, y más cuando parezco ser la nota discordante. No quiero dar la impresión de que sea un mal libro, en absoluto, lo sitúo en torno a las 3 estrellas. Incluso con esa distancia que mantuve con él, me pareció por momentos tierno, especialmente al tratar los vínculos entre hermanos y todo lo relacionado con su mascota. Es entretenido y también hubo un par de giros, sobre todo en la recta final, que me sorprendieron y hubiese sido incapaz de prever. |
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