Leída toda la trilogía, esta reseña va por las venturas completas de la pequeña bruja Arianwyn. Su historia ha sido un chute de energía, de alegría, emoción, y por supuesto, magia. La magia que necesitaba leer aquellos días y no lo supe hasta hacerlo. Es una historia juvenil que al principio no me convenció mucho, pero fue avanzar con los capítulos y meterme de lleno en el personaje de una niña que vive en un mundo donde los magos deben controlar a los monstruos y dónde las niñas deben completar su aprendizaje para acabar ubicándose en ciudades para ejercer de brujas, sabias, consejeras y curanderas. Arianwyn le da un toque patoso a todas sus aventuras y consigue que todo lo que hace se vuelva tierno y aventurero. |