El título de este libro es más que acertado. en "mi casa es el mundo", el autor, Thich Nhat Hanh, un monje budista exiliado, narra a través de pequeños momentos de su vida, cómo halló la paz a través de la meditación y cómo nos puede ayudar la naturaleza a tal fin. Ciertas partes, cuando habla de la guerra, son muy tristes. En su escritura se ve reflejado el dolor y la angustia al no poder ayudar todo lo que quería a la gente de Vietnam durante esa fatídica guerra. Aún así, hizo mucho por muchas personas. de todas maneras, fue expulsado de Vietnam por su llamamiento a la paz y a la reconciliación nacional tras la guerra. No todos los palos que le dio la vida le llevaron a la desilusión, sino que le animaron a seguir ayudando a las personas a través de una universidad budista que fundó, sus enseñanzas, poemas, etc. Los pequeños relatos están ordenados cronológicamente, por lo que podemos darnos cuenta de la evolución de su conocimiento a lo largo de su vida. Desde un principio cuando era niño y actuaba ya concienzudamente para abrir su mente y no para cerrarla. Desde esos relatos de cuando tenía pocos años de vida, nos enseña el valor de las pequeñas cosas y que los actos tienen una repercusión mayor de la que pensamos. En cada una de sus palabras nos invita a la reflexión y a preguntarnos cómo hemos podido vivir sin estas enseñanzas previamente. Lo más importante que intenta enseñar es a vivir la vida y disfrutar cada momento, algo imprescindible para ser feliz con cada cosa que haces. Su filosofía y sabiduría me acompañarán en este libro por mucho tiempo, y tengo muy claro que me haré con más libros de este monje budista tan especial. |