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Como pueden advertir por la reseña, Petirrojo de Jo Nesbø se sostiene en tres líneas narrativas, con tiempos y espacios distintos que en algún momento de la historia se cruzan. Comienzo la reseña con este detalle porque es uno de los que más se discuten en las reseñas de Goodreads, arguyendo la mayoría con que es demasiado confuso. En mi opinión, es el único elemento que salva toda la historia. Me explico; la línea temporal de 1944 fue con la que más simpaticé y la que me pareció mejor construida en cuanto a la ambientación. Sí, me gustó más que la trama de Harry Hole. Además, el movimiento y la tensión están mejor logrados que en el caso del detective, que me pareció plano, aburrido y muy falto de suspenso. Y es que con la fama que tiene este escritor noruego, tenía unas expectativas muy grandes en cuanto al conflicto principal, pero se vieron desplomadas por la falta de desarrollo y por hacerlo parecer tan simple. Definitivamente Harry Hole no captó mi interés en ningún momento. Sin embargo, debo decirles que no todo es malo: la escritura de Nesbø es una de las cosas que más se agradece, porque nunca se torna densa y engancha por su tono dinámico y dialógico, no se detiene en descripciones innecesarias y es muy uniforme a lo largo de la novela. Además, retomando lo que les comentaba al principio, me gustó cómo las tramas se hilaron al final ya que no me resultó tan artificial. Hablando de estas historias, me tomó de sorpresa que en medio de esta atmósfera tan lúgubre aparecieran sentimientos muy humanos como el amor y la compasión; sin duda hicieron un profundo contraste que me enganchó y me hizo disfrutar el otro lado de esta obra. En conclusión, Petirrojo de Jo Nesbø no me resultó tan estupenda como esperaba, pero la agilidad narrativa y el salto con las historias hacen imposible soltarla. Además, si buscan a un autor que no tiene piedad a la hora de matar personajes, Nesbø es el indicado. |
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