La estela del peregrino

“La estela del peregrino” es la continuación del libro “La sirena de Fonmiñá”. La propia escritora explica ya al principio de la novela que no es necesario haberse leído primero, para poder leer esta segunda entrega; a pesar de esto, creo completamente que es muchísimo más enriquecedor haberse leído previamente la primera parte para poder sacarle todo el provecho a los diversos personajes de la novela.
En esta entrega, la escritora en los primeros capítulos nos pondrá a la orden del día sobre los diversos escenarios en los que dejamos a los personajes así como nos enseñará algún que otro personaje nuevo.
A los largo de la novela, iremos viendo las conexiones que tienen entre ellos y como sus caminos se cruzan continuamente para posteriormente volver a separarse. Los personajes y la ambientación creo que es el punto fuerte de ambas partes. La recreación del estilo de vida y la forma de ser y de actuar de nuestros personajes es una muy fiel recreación de los años en los que está ambientada la novela.
La historia en sí no cuenta una aventura increíble y fuera de lo normal, lo que nos cuenta es lo que bien podrían haber sido las andanzas de una chica cualquiera de finales del s XVIII pero de una manera y con una sencillez capaz de entretener al lector y de mantenerlo con unas constantes ganas de seguir leyendo.
Hace un bonito guiño y pone en el mapa a la diversidad de pueblos que hay en La Ribera de Navarra con mención especial a Cintruénigo.
Muy buena novela con la que entretenerse y disfrutar un rato. Seguiré leyendo los caminos que la vida depara a Sabela.