EL JOVEN HITLER: EL PEQUEÑO ADOLF Y LOS DEMONIOS DE LA MENTE

No se molesten en leer este libro.

Ok, es cierto que lo obtuve gratis a través de Amazon, así que no es como que haya gastado y tirado a la basura mi dinero pero... vaya que ha sido una pérdida de tiempo.

Por suerte es una novela corta y se puede leer en una tarde pero, en mi opinión no vale la pena.

Para empezar, el título es engañoso, porque dice ‘El Pequeño Adolf' y bueno, espero no sea spoiler pero ESTE LIBRO NO ES SOBRE HITLER. al comenzar a avanzar en los capítulos, yo me preguntaba, bueno cuándo va a aparecer Adolf porque ya me estaba desesperando. Luego me di cuenta que esto forma parte de una serie y que este primer libro trata del padre de Adolf Hitler, Alois.

Esto pudiera obviarse si es que nos hubiéramos encontrado con una trama sólida y bien ejecutada pero por desgracia, no. La historia, si bien no está mal escrita (por algo la pude terminar), tiene muchos errores en redacción y es evidente que se trata de un autor novato. La falta de un editor resulta obvia y quizá eso hubiera rescatado muchísimo la historia.

Porque la intención o lo que se quiere contar en sí no es malo -es la historia del padre de Adolf, un hombre nacido en una época de cambios y contradicciones y en teoría, criado en un ambiente violento y misógino. Todo este primer libro trata de cómo Alois se convierte básicamente en un psicópata, incapaz de sentir empatía por nadie. Pero eso es la historia y llega un punto en que es demasiado leer sobre su odio a todos, su soberbia y misoginia: fueron incontables -e injustificadas- las veces que se repitió la frase “follar” y “gemir como pu*a”. No era necesario, en serio. También hay muchas escenas sobre pedofilia e incesto.

Ahora bien, no se trata de que me sorprendan o incomoden estos temas, pero el meollo está en la ejecución. Una o dos escenas a lo más y creo que el punto de que Alois era una mente enferma sería más que claro y pudo haberse escrito de manera contundente sin abusar de este tipo de referencias.

Finalmente, me pareció que la caracterización de todos los personajes era algo acartonada: eran meros personajes secundarios sin voluntad propia ya que o bien se dejaron llevar por sus pasiones enfermas o eran deficientes mentales. Ningún personaje me pareció balanceado o coherente. Desconozco si esta novela pretendía ser una sátira o un texto irónico, que es lo único que explicaría su naturaleza.

En fin, es un texto que en lo personal no recomendaría, en particular si son lectores de novelas históricas.