Las tribulaciones del estudiante Törless

No sé qué pensar de esta novela. No me ha disgustado ni aburrido, pero tampoco me ha parecido nada del otro mundo ni en su forma ni en su fondo.

Lo mejor, todo lo relacionado con el asunto del acoso escolar, la indiferencia de la autoridad escolar, la voluptuosidad que encuentran los participantes en la ejecución del poder físico y psicológico sobre alguien, la cobardía y hasta el gusto por la sumisión del acosado. No sería capaz de apostar sobre cuál es la posición que el autor asume al respecto, lo que es un punto a su favor.

Por el contrario, todo lo relacionado con eso que se denomina novela de crecimiento o de aprendizaje me ha dejado frío, cuando no irritado con esa posibilidad de camino hacia la sabiduría a través de la crueldad. Me ha parecido muy artificioso y sobreactuado todo lo relacionado con las lucubraciones existenciales, la religiosidad trascendentalista, los calores propios de la adolescencia.

Eso sí, la imagen que da fin a la novela me ha parecido fabulosa.