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Este libro tiene el cliché de los hermanastros, pero no es el típico “hermanastros”. Nash y Esme son adoptados por una familia homoparental (dos mujeres), por lo que si el sistema de acogida los pilla el precio que tendrán que pagar será muy alto (creo que si eso pasa, una de las dos adopciones tiene que ser rechazada). Personajes: Esmeralda viene de una familia de acogida, donde vivió durante muchos años en una situación muy precaria, con muchos abusos. Hasta que llega a la familia de Jo, Amy y Nash. Llega como un cachorrillo asustado, tímida, introvertida… Nashville llego antes que Esme pero no conocemos su pasado hasta más adelante. Nash es considerado un ligón, es un apasionado del cine, con un trabajo que envidiaría a cualquiera de su edad. Pero tiene un secreto… El libro empieza con 18º cumpleaños de Esme, cuando Nash vendrá a felicitar a su “hermana”, donde se conocerán cara a cara por primera vez. Tienen un principio un poco difícil. Esme se siente un poco intrusa en la familia a causa de la actitud que Nash tiene con ella. Pero Nash tiene un pequeño secreto que ella va descubrir y empezarán a acercarse. Tienen un montón de tiras y aflojas, porque quieren estar juntos pero saben que no pueden, que si los pillan el precio que tendrán que pagar será muy caro. Existe entre ellos una química increíble, y con cada obstáculo que se encontraban tenía ganas de llorar por ellos porque se merecían ser felices pero no lo conseguían. Lo que más me gusta de este cliché es el momento donde los padres se enteran del romance y cuanto más dramática es esta revelación más me gusta. Y siempre es un miedo que tengo, que la revelación no cumpla mis expectativas, pero tengo que decir que este no ha sido el caso. Me ha encantado |
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